El título del primer campeón mundial de ajedrez fue ganado por Wilhelm Steinitz en 1886, justo antes de su 50 cumpleaños.
En ese momento, Wilhelm Steinitz logró ganar el partido contra el famoso ajedrecista alemán Johann Zukertort con un marcador global de +10-5=5.
Wilhelm nació en Praga, en una familia de comerciantes pequeños, donde ya era el decimotercer hijo.
Dedicó toda su vida al ajedrez. En su juventud, abandonó el Instituto Politécnico para sumergirse por completo en este juego. Fue un paso serio, ya que en aquellos tiempos era muy difícil ganarse la vida jugando al ajedrez.
Entonces, el ajedrez se consideraba una diversión común. El interés por este antiguo juego era pequeño. A pesar de esto, Steinitz decidió convertirse en el primer profesional de ajedrez.
Steinitz puede ser considerado el teórico más importante en el campo del ajedrez.
Fue el primero en formular las principales posiciones teóricas que siguen siendo relevantes hoy en día. Según su enseñanza, cada posición tiene sus propias características.
Y el jugador debe actuar en el tablero según estas características.
Podría parecer una idea obvia y sencilla. Sin embargo, en ese momento prevalecía un enfoque romántico del ajedrez.
Muchos jugadores de ajedrez jugaban según el principio de «todo o nada» y atacaban sin mirar atrás.
Y el que llegaba primero al rey enemigo era el ganador. Según Steinitz, jugar de esta manera es inadmisible. Él introdujo el concepto de «evaluación de la posición». En él se basa la enseñanza del primer campeón del mundo.
Para evaluar la posición, es necesario identificar elementos posicionales compuestos: la relación material, los campos fuertes y débiles, las líneas y diagonales abiertas, la ventaja en el desarrollo de las piezas, la superioridad espacial y el control de los campos centrales.
Steinitz fue uno de los primeros en demostrar que en el final del juego, los peones pasados y la actividad del rey juegan un papel importante.
En su opinión, el ajedrecista, al evaluar la posición, debe «descomponerla en elementos» y analizarlos. Y solo después de eso debe sacar conclusiones para determinar la dirección general del juego.
En eso consiste la evaluación de la posición. Si la posición es peor, entonces se debe defender y atacar en cuanto sea posible, pero si la posición es mejor, entonces se debe atacar.
Steinitz demostró que una partida se pierde no debido a un juego excelente del oponente, sino debido a errores que cometen los propios jugadores de ajedrez.
Al analizar miles de partidas de sus predecesores, Steinitz llegó a la conclusión de que cada plan de juego debe tener su fundamento. Y este fundamento debe buscarse no en las intenciones o personalidad del jugador, sino en la posición existente en el tablero. Él introdujo conceptos que todos estamos acostumbrados a usar ahora.
Por ejemplo, él fue el primero en formular el concepto de equilibrio, que puede ser perturbado por un error de uno de los oponentes. Desarrolló los fundamentos de la teoría de los puntos débiles y fuertes, de las cadenas de peones, de los diferentes tipos de debilidad de los peones (rezagados, aislados, doblados).
El aporte de Steinitz a la teoría del ajedrez es difícil de sobrestimar. Más tarde, el segundo campeón mundial Emanuel Lasker dijo de él: «Steynitz era un pensador digno de una cátedra universitaria».
Basándose en su enseñanza progresista, logró mantener la corona de ajedrez durante 8 años, a pesar de su avanzada edad.
En 1890-1891, Steinitz defendió su título de primer campeón mundial de ajedrez en un partido contra Isidor Gunsberg, ganando con un marcador de 10,5:8,5.
Especialmente reñida y dramática fue la lucha por el título de campeón entre Wilhelm Steinitz y el fundador de la escuela de ajedrez rusa, Mikhail Chigorin. En el primer partido en 1889, Steinitz ganó con seguridad por 6.5:10.5. En el segundo partido en 1892, la lucha entre ellos fue igualada.
En la partida número 23, Chigorin tenía todas las posibilidades de ganar y el marcador habría estado igualado. Pero Chigorin cometió un error trágico y ridículo en una posición ganadora, sin darse cuenta del mate en 2 movimientos.
En esta posición, Chigorin jugó 32. Cd6-b4?? Y después de 32… Le2:h2+, tuvo que rendirse. La victoria en esta partida le permitió a Steinitz acumular la cantidad necesaria de puntos y ganar el partido con un resultado final de 12.5:10.5.
«¡Victoria de Pirro!» dijo el primer campeón mundial en ese momento.
Pronto la edad y la salud debilitada de Steinitz jugaron su papel. En 1894, Wilhelm, de 58 años, cedió el título de campeón a Emanuel Lasker, de 25 años, al perder en el partido con un resultado total de 7-12. Y dos años después, perdió ante Lasker en un partido aún más aplastante con un resultado de 4,5-12,5.
Steinitz luchó durante toda su vida por el reconocimiento del ajedrez como una actividad que merecía una recompensa adecuada, incluyendo la recompensa material. Durante mucho tiempo tuvo que vivir en la pobreza, pero no abandonó sus principios y fue fiel al ajedrez durante toda su vida.
Por su carácter, el primer campeón mundial era muy ambicioso y principista. Constantemente entraba en conflicto con la prensa, que posteriormente dejó de publicar sus partidas. Uno de sus pocos amigos era el genial Samuel Loyd, un compositor de problemas de ajedrez y acertijos.
En 1885, Lloyd y Steinitz hicieron una apuesta amistosa. Lloyd le dijo a su amigo que le llevaría menos tiempo armar un problema que a Steinitz resolverlo. Este último aceptó el desafío con gusto. Lloyd inventó el problema en 10 minutos (ver diagrama).
Sin embargo, para sorpresa de su amigo, Steinitz lo resolvió en 5 minutos y ganó la apuesta. ¿Y tú, habrías ganado esta apuesta?
Turno de las blancas. Jaque mate en 3 movimientos.